La “revolucion ferroviaria”, otro espejismo K


La Presidenta anunció la enésima iniciativa de su gobierno en materia de rectivación ferroviaria. Por la misma cadena nacional que Kirchnner anunció la reactivacion de los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, Laguna Paiva, Rosario y otros, por la misma cadena que Cristina Kirchnner anunció la creación del llamado tren “bala” a Rosario y la inauguración con Mujica de la línea ferroviaria (hoy ya definitivamente cancelada ) al Uruguay, ahora anunció la renovación de todas las formaciones de las líneas Sarmiento y Mitre. 
Cristina ya anticipó, como lo hiciera ya decenas de veces el gobierno de los K, que “ésta” es “la renovación ferroviaria más importante de los últimos 50 años" (La Nación), asegurando además que estas compras serán paralelas a las obras que se llevan a cabo para "cambiar totalmente todas las vías". 
Otro contrato chino 
El contrato firmado la semana pasada por el Gobierno nacional es para una compra directa a la empresa china de fabricación de material rodante ferroviario CSR, para adquirir 409 vagones por un costo de cerca de cinco mil millones de pesos. Esta empresa ya es una vieja conocida de los Kirchner y ya había hecho negocios con los hermanos Cirigliano (los dueños de TBA), a quienes les vendió los vagones de doble piso.
La compra acordada ahora comprende 25 formaciones de 9 coches cada para la línea Sarmiento y 30 trenes de 6 coches cada uno para el ferrocarril Mitre. A eso se agregan cuatro coches adicionales y un paquete de herramientas complementarias.
De acuerdo con los datos oficiales, a lo largo de 2012, los pagos de subsidios al sector ferroviario acumularon un total de 4.603 millones de pesos. Y según el convenio de compra de los nuevos trenes –que fue ratificado por el decreto 9/2013 publicado en el Boletín Oficial– lo que tendrá que girar el gobierno al fabricante chino alcanzará la misma cifra de los subsidios a las concesionarias otorgados en el 2012. Es decir que estamos en presencia de un nuevo subsidio colosal que será nuevamente entregado a las concesionarias y a los nuevos operadores ferroviarios. 
El convenio no prevé la entrega de repuestos, que se facturará aparte. Además, la empresa china CSR “se compromete” a tener disponibles por un término de 20 años cualquier pieza o repuesto que requieran los coches.
Sin embargo, los chinos establecieron una cláusula de este acuerdo fundamental y clave para entender todo este proceso de descalabro ferroviario actual: dieron una garantía sólo de 12 meses por todas las formaciones. Algo inusual en este tipo de ventas donde la misma nunca es inferior a los 5 o 10 años. Las razones de la corta garantía es que ya vivieron la experiencia con Argentina del derrumbe de cualquier formación sin las reparaciones de vias y el mantenimiento correspondientes.
TBA, durante estos años, fue un barril sin fondo en materia de recibir subsidios; tomó gente para los sectores boleterías y evasión, y realizó el cerramiento de las estaciones sólo para cobrar los boletos; mantuvo el derrumbe de los talleres ferroviarios; no renovó vías en forma adecuada y tampoco compró repuestos. Las masacres de Once y Flores tienen ese trasfondo de estafas hechas con la complicidad de los funcionarios del gobierno hoy procesados Jaime y Schiavi, y la complicidad de la burocracia de Pedraza, asociada a las concesionarias y las tercerizaciones ferroviarias que no produjeron mejora alguna en el funcionamiento nodal del ferrocarril que es históricamente la fuerte reactivación de los talleres y el mantenimiento de vías.
Según el propio Randazzo, no está en los planes del gobierno la estatización del ferrocarril. Hoy, salvo en dos líneas ferroviarias, hay una “estatización” encubierta con operadores e interventores del Estado en todas las demás, como resultante de la concesión del Roca en manos de Taselli, lo mismo ocurrió con el San Martín y en las dos líneas de TBA con los Cirigliano. Donde actúan los operadores del Estado, como en la provincia de Buenos Aires con Ferrobaires, la situación es aún peor en materia de abandono ferroviario.
El gobierno de los K tocó fondo en materia ferroviaria. Mantuvo la estructura menemista de la privatización y pagó políticamente las consecuencias de 15 años de abandono del ferrocarril. Los K se asociaron con los concesionarios y con lo más podrido de la burocracia sindical en estos años. La resultante fue el asesinato de Mariano Ferreyra, las masacres de Once y Flores y el colapso del servicio.
¿Desplazamiento de la burocracia? 
Las contradicciones del gobierno se acentúan día a día en materia ferroviaria, en la medida que la burocracia sindical, jaqueada por las denuncias de sus negociados, ya no puede ser para el gobierno una salida a la crisis del sector. El traje de “guerra” que se han puesto la burocracia de la UF y la Fraternidad y su reclamo de estatización del ferrocarril son claramente un reclamo de seguir manteniendo el control de las inversiones ferroviarias y los negociados que derivan de ella.
La línea de choques con Randazzo se establece por el intento de éste de reciclar una dirección ferroviaria con funcionarios que respondan abiertamente al gobierno nacional. El reciente paro programado por la Unión Ferroviaria y La Fraternidad a raíz de un cierre de un ramal de La Trochita de Chubut, absolutamente inconsulto tanto en su convocatoria como en su levantamiento, esconde detrás de una reivindicación justa la lucha por mantener los privilegios burocráticos y el poder dentro del ferrocarril. El llamado a una medida el día 22 sin levantar el reclamo de justicia por la masacre de Once es una actitud vil por parte de una burocracia cómplice de la masacre de Once. Repudiamos abiertamente la actitud de la burocracia sindical ferroviaria y llamamos a una movilización ese día en defensa de los reclamos de los familiares de las víctimas de Once.
Reclamamos el retiro de la burocracia de las administraciones ferroviarias, asambleas seccionales para discutir paritarias, 30% de aumento salarial, discusión de las condiciones de trabajo y la reestatización ferroviaria bajo control de los trabajadores. 
El ferrocarril debe pasar a manos del Estado y estar bajo control de los trabajadores, los únicos capaces de darle una salida a la reactivación ferroviaria. Eso vendrá de la mano de las luchas de los propios ferroviarios y de que se abra en el país una alternativa política de izquierda, la única que verdaderamente pueda defender los llamados intereses “nacionales populares” 
Juan Ferro

Terminó el rodaje de "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?"

Se terminó de rodar la película "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?", protagonizada por Martín Caparrós, quien incursiona por primera vez en el cine en un papel central. El filme está basado en los acontecimientos que terminaron con la vida de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero abatido en una protesta contra la tercerización por una patota organizada por la Unión Ferroviaria. Andrés Oviedo (Martín Caparrós) es un periodista que investiga el crimen y que debe atravesar las presiones del medio en el que trabaja. La ficción cuenta con una minuciosa reconstrucción del ataque de la patota ocurrido el 20 de octubre de 2010. Familiares, amigos y compañeros de militancia de Ferreyra realizan una semblanza sobre el joven militante asesinado. El film dirigido por Alejandro Rath y Julián Morcillo está basado en el libro "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?", escrito por Diego Rojas.
El jucio por el crimen de Mariano Ferreyra se encuentra en desarrollo y tiene como imputados a José Pedraza y Juan Carlos “El Gallego” Fernández (máximos dirigentes de la Unión Ferroviaria y sindicados como los autores intelectuales del homicidio), los miembros de la patota y policías acusados de haber liberado la zona. El veredicto se conocerá a mediados de marzo de 2013, fecha para la cual está previsto el estreno de la película, que se encuentra en la etapa de postproducción.

Avance de la película "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?"