Maldita impunidad


A UN MES DE LA MASACRE DE ONCE
Nada ha desnudado más las contradicciones políticas del kirchnerismo que la masacre de Once. Inmediatamente después de proclamar que esperaría el resultado de la Justicia, la Presidenta nombró a Raúl Baridó interventor por quince días, recientemente prorrogados. Baridó no hizo más que profundizar el desguace de formaciones, separando la mitad de las que operaban en el Sarmiento para reparar las que quedan en servicio. Esto redujo la frecuencia de trenes, lo cual se compensó con la contratación de micros al mismo Cirigliano, responsable principal de la masacre.
Como esta situación no tiene salida sin una fuerte inversión, a Baridó no se le ocurrió otra idea que reclamar un nuevo subsidio al Estado, ya en plan de testaferro directo de TBA. ¡Son los hermanos Cirigliano quienes deben reponer el dinero estatal que invirtieron en dólares o depositaron en las islas Caimán!
Los trabajadores denuncian que no ingresó un solo repuesto. Sólo una formación del Roca, que demostró estar en una situación tan precaria como las del Sarmiento, fue puesta fuera de servicio. Para colmo, el interventor sufrió una multa de 1.000 pesos diarios por parte del juez Bonadío, que entiende en la causa, por no cumplir con el sellado de cabinas intermedias para impedir el acceso de pasajeros.
Si hablamos de la causa judicial, tenemos el operativo más evidente de impunidad que podía pergeñar este gobierno. Bonadío es un juez conocido por integrar la lista de los ‘confiables’ del menemismo y ya desprocesó al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en varias denuncias por corrupción. En la causa por la masacre de Once, sólo mantiene imputado al maquinista de la formación siniestrada, aunque tuvo que prohibir la salida del país y embargar a Schiavi, Luna, los hermanos Cirigliano y a diecisiete gerentes de TBA. Esto último lo hizo por exigencia del fiscal, quien denunció en el expediente que el juez retenía las actuaciones para impedirle impulsar la investigación de las responsabilidades en la masacre.
El magistrado ordenó un peritaje sobre la formación, el cual se hizo con personal de Emfer (Emprendimientos Ferroviarios), empresa de los Cirigliano, y sin participación de la parte querellante que representa a los familiares de las víctimas. Por supuesto que el Estado, reconocido como querellante, sí presentó peritos de la Secretaría de Transporte. Es decir que a los peritos de Cirigliano se sumaron los peritos de Schiavi y Luna. ¡Los embargados que tienen prohibida la salida del país no sólo no son imputados, sino que dirigen la investigación!
Esto explica que el juez dictaminara el secreto de sumario, con el fin expreso de evitar que “la propagación de resultados parciales generen confusión y sean utilizados en campañas periodísticas, resultando perjudicadas las víctimas y la población en general”. Es obvio que, cuando los resultados del peritaje se difundan, tratar de impedir la indignación popular será como pretender tapar la luz del sol con una mano.
El juez caratuló la causa como “estrago doloso”, pero la abogada María del Carmen Verdú, que representa a algunos familiares de víctimas, pidió investigar el caso bajo la figura de homicidio e imputó por ello al ministro de Planificación, Julio De Vido, a Schiavi, Luna y otros funcionarios, y a los directivos de TBA. Se encuentra a resolución de la Sala II de la Cámara Federal la recusación contra Bonadío por parte Gregorio Dalbón, abogado de otros familiares.
En el medio, Cristina K echó lastre con la renuncia de Schiavi, disfrazada de problema de salud para que no se lea como una autoimputación. Pero ¿por qué el subsecretario de Transporte Ferroviario, Guillermo Antonio Luna, no siguió el mismo camino? Es que el hombre pertenece a La Fraternidad y la Presidenta debe proteger la pata sindical, que aporta a la impunidad desde su silencio y con la postergación de la discusión salarial y paritaria -la que debió tratarse en estos días. Los propios trabajadores denuncian que TBA empezó un apriete del personal en cada sector y esto no ha merecido respuesta gremial alguna.
Hay motivos para que los Cirigliano gocen de impunidad. Prensa Obrera ya informó que, a través de Cometrans, el grupo tiene contratos con el Estado para importar gas a nuestro país desde Qatar. Además, por medio de Corporate Corp provee netbooks y decodificadores de televisión digital.
El cuerpo principal de los negocios de los Cirigliano, sin embargo, es el transporte. TBA recibió subsidios por las concesiones ferroviarias por 980 millones de pesos en 2011. Entre 2006 y 2010, había obtenido 1.925 millones según la Auditoría General de la Nación. También reciben subsidios por los colectivos: tienen 20 de las 135 líneas de la ciudad, además de líneas de media y larga distancia. Son más de 100 millones de pesos mensuales.
Ese estudioso de los ferrocarriles argentinos que fue Raúl Scalabrini Ortiz escribió que el sistema ferroviario es “una inmensa tela de araña metálica, donde está aprisionada la República”. Parafraseándolo, la masacre de Once “es una inmensa tela de araña de impunidad, donde están aprisionados el kirchnerismo y la República”.
Jorge Hospital

Los gremios acompañan la impunidad postergando los reclamos


ASAMBLEAS YA
Desde el 1º de marzo debió regir un nuevo aumento salarial para los ferroviarios. En las semanas previas al inicio de la negociación, los sindicatos debieron convocar asambleas para que los trabajadores dieran mandato respecto del reclamo y se eligieran paritarios que reindieran cuenta de lo discutido. Entre los reclamos, debería figurar la deuda en adicional por tickets, la deuda por bono de fin de año, recategorizaciones pendientes y la reducción de jornada, entre otros temas de normativa.
Circular UF del 21
de marzo de 2012.
Sin novedades por
el salario.
Sin embargo, se acerca el cobro de abril y no hay resultados ni participación obrera en las tratativas, mientras la inflación deteriora día a día nuestros salarios, con aumentos en servicios, medicina prepaga, cuotas de colegios privados y la propia alimentación.
Mientras el gobierno busca imputar al conductor Córdoba y pretende la impunidad de los Cirigliano en la masacre de Once, los gremios acompañan postergando los reclamos...
Si la cúpula no fuera cómplice de los concesionarios y partícipe ella misma del lucro del negocio ferroviario, nuestros gremios estarían movilizados por el juicio y castigo para los responsables de la masacre de Once y el crimen de Mariano Ferreyra y, en la negociación de convenio, rechazarían la tercerización, la precariedad laboral, la inseguridad en el transporte y el ajuste ahora postergado.
El Estado debe expulsar a Cirigliano y todos los concesionarios, destituir a todos los funcionarios de Transporte y subsidiar el desarrollo de un ferrocarril estatal bajo control obrero, con un sueldo inicial igual a la canasta familiar (6.000 pesos) y el ingreso de los hijos de los ferroviarios y varios miles de trabajadores más para la reapertura de ramales y talleres.
Para que los trabajadores no seamos convidados de piedra y para luchar por este programa, debemos promover asambleas ya e impulsar toda iniciativa de movilización, en el camino de recuperar nuestros sindicatos para los trabajadores.

A un mes de la masacre de Once: Asamblea General para votar paro y movilización


El jueves 22 se cumple un mes de la masacre de Once que se cobró la vida de 51 usuarios y dejo más de 700 heridos. Es indispensable que los ferroviarios discutamos en asamblea la continuidad y profundización del plan de lucha votado el 29 de febrero.
El gobierno nacional ha fijado su estrategia: encubrir a los responsables y garantizar la impunidad y los negociados con las privatizadas. La renuncia de Schiavi es una maniobra; la Secretaría de Transporte sigue en manos de quienes permitieron esta tragedia. La intervención del ferrocarril no busca solucionar los problemas
sino taparlos. La presentación del Estado como querellante permite que el principal responsable de la masacre pueda entorpecer el proceso.
La burocracia sindical ha cerrado filas para proteger sus negocios. La flamante federación de gremios ferroviarios, con Maturano a la cabeza, salió a defender la gestión kirchnerista en el ferrocarril y dio el visto bueno a la intervención. La defensa del gobierno es la defensa de la propia burocracia que tiene a Antonio Luna, hombre de La Fraternidad y ladero de Pedraza, en la Subsecretaria de Transporte.
Asimismo, la Federación planteó dejar todo en manos de la Justicia, pero la Justicia aceptó al Estado como querellante ¡y tiene como único imputado formal al maquinista! No se privó Maturano de solicitar más recursos, es decir, garantizar la continuidad del flujo de dinero para sus negociados y los de su socio TBA.
La patronal, por su parte, está planteando la vuelta a la "normalidad" y comenzaron los aprietes en distintos sectores como los talleres, boletería, evasión. Pero la "normalidad” es la que estrelló un tren en la estación de Once y mató a 51 pasajeros. Además, a un mes de la tragedia, nada ha mejorado: hay 8 formaciones fuera de circulación, las demoras son enormes y los usuarios viajan peor. Pero no son ni Cirigliano ni Barido los que salen a dar la cara a los usuarios.
La gran movilización del 2 de marzo fue el inicio de un plan de lucha por castigo a los responsables de la masacre de Once y por la reestatización de los trenes bajo control de los trabajadores. Pero debemos debatir entre todos como seguimos.
Desde la Agrupación Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra creemos que es indispensable convocar a una Asamblea General para votar la continuidad del plan de lucha comenzando con un gran paro el 22 que garantice una convocatoria masiva al acto en Once a un mes de la tragedia. El paro sería una señal contundente de cara a los usuarios de que estamos dispuestos a ir a fondo para que se vaya TBA y recuperar el ferrocarril para los trabajadores. Sería también una señal clara para la patronal de que no estamos
dispuestos a tolerar los aprietes y las sanciones con las que amenazan los Cirigliano a fin de volver a la "norma1idad".
La lucha por la reestatización debe ser la lucha contra la burocracia sindical que asesinó a nuestro compañero Mariano Ferreyra. ¡Que los laderos del asesino Pedraza no discutan nuestras paritarias! ¡Fuera Luna de la Secretaría de Transporte! ¡Cárcel a todos los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra! ¡Inicio inmediato del juicio! ¡Fuera la burocracia sindical de nuestro gremio!
Este 24 de marzo marchemos junto a los familiares de las víctimas de Once por todas estas reivindicaciones.
• El 22, todos a Once y el 24, todos a Plaza de Mayo.
• Cárcel a los responsables de la masacre.
• Fuera TBA. Reestatización bajo control de los trabajadores.
• Juicio y castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra.
AGRUPACION CAUSA FERROVIARIA MARIANO FERREYRA
FERROCARRIL SARMIENTO


El 24 de marzo todos a Plaza de Mayo


CAMPAÑA POR EL “JUICIO YA” A LOS ASESINOS DE MARIANO Y EL JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE LA MASACRE DE ONCE
El próximo sábado 24 de marzo se cumplirá un nuevo aniversario del golpe militar de 1976. Como cada año, nos movilizaremos contra la impunidad. En esta ocasión, confluyen las expectativas por el inicio del juicio contra Pedraza y la patota de la UF con la exigencia de juicio y castigo a los responsables de la masacre de Once.
En la causa contra los asesinos de nuestro compañero Mariano Ferreyra siguen sin ser imputados los funcionarios de la Secretaría de Transporte y el directorio de Ugofe, que también integra el grupo Cirigliano. Tampoco están en el banquillo los funcionarios del Ministerio del Interior que monitorearon el papel de la Federal liberando la zona del crimen.
En la causa de Once, el propio fiscal acusa al juez Bonadío de obstaculizar la labor de investigación, en un operativo de impunidad judicial que suma peritajes arreglados con TBA y secretos de sumario para que la causa pierda lugar en los medios.
A pesar de lo cual, el odio popular crece, atizado por el discurso provocador de Cristina y la renuncia de Schiavi, un cambio de funcionario monitoreado por De Vido para que nada de fondo cambie.
Luna, Fernández, Schiavi,
De Vido y Maturano.
Del área del ministro de Planeamiento, caja negra del kirchnerismo, brotaron los negociados de Skanska, la corrupción de Schoklender, la falta de exploración y las sobrefacturaciones de gasoil para el transporte de YPF y las demás petroleras y las compras de material ferroviario obsoleto a España y Portugal de Jaime y los subsidios a los Cirigliano, Roggio, Romero, Macri y también Moyano, Pedraza y Maturano. Un año atrás, cuando el crimen de Mariano y la lucha de ex tercerizados golpeaba la estructura del Ministerio, La Fraternidad sacaba un afiche nombrando a De Vido como “el Ministro de los trabajadores”.
Pero cuando la indignación popular y la movilización crecen no alcanzan las patotas, las operaciones mediáticas ni los jueces adictos. Por eso, recurren a la infiltración y represión de los movimientos sociales, exactamente el papel asignado al Proyecto X, a cargo de la Gendarmería bajo las órdenes de la ministra de Seguridad Nilda Garré. Lo sufrieron los compañeros de Kraft y dirigentes políticos como Néstor Pitrola y Vilma Ripoll; las puebladas contra las mineras imperialistas y los propios luchadores ferroviarios como Sobrero, en el Sarmiento, y Hospital y Merino en el Roca.
La podredumbre en el poder kirchnerista barrió con toda la prédica derechohumanista oficial. Una imponente movilización el 24 será fundamental en la campaña por el “juicio ya” a los asesinos de Mariano y el juicio y castigo a los responsables de Once. Juicio ya para Pedraza y la patota. Cárcel para los Cirigliano, Roggio y Romero, y sus cómplices del poder De Vido, Schiavi y Luna.
Para nuestros desaparecidos bajo la dictadura, cuya memoria ha sido tan manoseada, será el mayor homenaje.
Jorge Hospital



Moyano apadrina un engendro de la burocracia ferroviaria

El martes 13 de marzo, se constituyó la Federación Ferroviaria Argentina, que integran La Fraternidad, la Unión Ferroviaria, Apdfa y Señaleros, bajo el padrinazgo de Hugo Moyano. El camionero no dudó en alinearse con la cúpula gremial ferroviaria involucrada en el asesinato de Mariano Ferreyra y la masacre de Once, por su complicidad con los Cirigliano, los Taselli, los Romero y los Roggio durante décadas.
D'Angela, Maigua,
Maturano y Gómez
El renunciante Schiavi era un hombre alineado con la trenza sindical que maneja la Secretaría de Transporte, pergeñada por el propio Moyano al integrar sus cuadros sindicales en cada subsecretaría de Transporte.
El encuentro ratificó esa alianza mafiosa al proponerse, en el documento fundacional, "aglutinar a todas las organizaciones de la industria, aunando todas las fuerzas en procura de impulsar a nuestra Industria Ferroviaria al lugar que le corresponde en el Sistema de Transporte de la República Argentina y la Región". Las organizaciones de la Industria a la cual se refiere el documento es la Cámara que representa a los concesionarios, preocupados de que el gobiernos reduzca los subsidios que constituyen la parte del león del negocio ferroviario.
Pedraza, Maturano y Jaime
Adicionalmente, la Federación procurará una reorganización de la cúpula de la UF que preserve la continuidad de los negocios en el Belgrano Cargas, donde todos comparten la explotación de nuestros compañeros con Macri, Roggio y un grupo multinacional chino; en la Operadora Ferroviaria estatal (Sofse) y el Belgrano SA, la residual que administra los subsidios salariales a las líneas de Ugofe.
No es de descartar que la flamante organización, constituida al margen de toda participación obrera, presione por la impunidad en las causas que involucran a sus integrantes. La que mantiene en prisión a Pedraza y Fernández por el crimen de Mariano Ferreyra, la masacre de Once e, inclusive, la que apunta a Moyano, por la venta de medicamentos truchos en la obra social de Camioneros y aquella de la Justicia suiza por lavado de dinero a través de las cuentas de Covelia.
Repudiamos la constitución de esta Federación infame y empresarial.
Juicio YA por el crimen de Mariano Ferreyra
Juicio y castigo a los culpables de las víctimas de Once
Fuera la burocracia sindical. Pongamos en pie una oposición antiburocrática en todos los gremios.
Por un congreso de base de los gremios ferroviarios para reorganizarlos con mandato de asamblea de todas las líneas.

ANTONIO LUNA, CONFIRMADO


El ladero de Pedraza sigue al frente del ferrocarril
Después de la conmoción política producida por la masacre de la plaza Once, Antonio Luna, subsecretario de Transporte Ferroviario y hombre de la burocracia sindical de la Fraternidad, continúa en su cargo.
“En el entorno de Hugo Moyano interpretaron con cierto entusiasmo la continuidad de Luna y de sus pares de Transporte Automotor, Jorge González (reporta a Camioneros) y de Puertos y Vías Navegables, Ricardo Luján (alineado con los gremios marítimos)” (Ambito Financiero, 9/3).
Guillermo Antonio Luna
Los estrechos vínculos de Antonio Luna con la Unión Ferroviaria tuvieron como interlocutor al “Gallego” Fernández, número dos de la Unión Ferroviaria y actualmente detenido por el asesinato de Mariano Ferreyra, cometido en octubre de 2010.
Es en la investigación de la causa de Mariano donde surge con claridad el rol de Antonio Luna en los negociados sustentados por los subsidios del Estado.
De acuerdo con el expediente judicial, quedó acreditado que Antonio Luna decidía, junto al “Gallego” Fernández, cuáles empresas tercerizadas eran las contratadas en la Línea Roca para proveer a Ugofe y pasarle la factura al Estado.
Seguramente, desde su puesto, Luna también es hoy el encargado de establecer el mismo reparto de los contratos a las empresas prestadoras en las demás líneas de ferrocarriles. A través de la permanencia de Luna, la burocracia sindical sigue garantizando su participación en los negociados ferroviarios a costa de trabajadores y de usuarios.
El crimen de Mariano
En su rol de subsecretario de Transporte Ferroviario, Luna fue el vocero del Estado en las negociaciones por el conflicto de los tercerizados del Roca. En una reunión realizada dos días antes del asesinato de Mariano, cuando los trabajadores le manifestaron que efectuarían medidas de lucha por el pase a planta de Ugofe, Luna les dijo: “Nosotros también sabemos lo que tenemos que hacer si los tercerizados cortan las vías”.
Luego de lo acontecido el 20 de octubre de 2010, quedó claro que cuando Luna dijo “nosotros” se refería al conjunto de la burocracia sindical ferroviaria y al Estado.
Pero, ese día, Luna tomó el recaudo de ausentarse del país. Sin embargo, sus hijos fueron vistos con la patota de Pablo Díaz en Avellaneda en los momentos previos al ataque -como han acreditado varios testigos en el expediente judicial.
El crimen de Mariano Ferreyra y la masacre de Once son el resultado de la defensa de los negocios y beneficios capitalistas de los Cirigliano, pero también de los Pedraza, Maturano y del Estado que los amparó.
La impunidad de Antonio Luna es la mayor manifestación de la decisión oficial de mantener el pacto con los privatizadores y la burocracia sindical.
Claudia Ferrero (Apel)

Ramos será el próximo fusible de una nueva tragedia


El reciente accidente ocurrido en el paso a nivel sin barreras de la estación Rómulo Otamendi ocurrida el lunes 5 de marzo entre una formación de carga (vacía) de la empresa Nuevo Central Argentino SA con un ómnibus que llevaba escolares y docentes pudo ser otro Cromañón espantoso.
La imprudencia de un conductor de colectivo tuvo como resultado que 23 personas quedaran heridas de poca consideración debido a la poca velocidad que desarrollaba el tren en ese momento. La Intendencia de Campana tendrá que responder por la habilitación de un micro vetusto sin cinturones de seguridad en el cual viajaban casi 100 escolares. Pero hay que sumar la ausencia de barreras o banderilleros para que la invitación a la tragedia sea completa.
Como en el tira y afloje de Cristina y Macri, la Intendencia y TBA se lavaban las manos de resguardar el paso a nivel diciendo cada uno que le correspondía al otro. Ahora el Municipio anunció que pondrán banderilleros provisorios hasta que prosperen los pedidos de la colocación de una barrera y sus sistemas lumínicos de alerta. ¿Se tomarán el trabajo también de podar las arboledas laterales que impiden ver la llegada de las formaciones?
Un Cromañón cotidiano
El mismo 5 de marzo, el tren de pasajeros de Ferrobaires, llamado "El Bolívar" (Plaza Constitución-Bolívar), descarriló en la estación Antonio Carboni. No hubo heridos entre los 46 pasajeros, pero ya registra 8 descarrilamientos en los últimos dos meses.
Tres días después, descarriló una formación de carga de la empresa América Latina Logística SA (ALL) que llevaba grano para exportación desde Santa Teresa hasta Puerto San Martín en Rosario.
Ese mismo día, un tren de pasajeros de TBA (ahora intervenida por el gobierno nacional) que se dirigía hacia Capilla del Señor, descarriló en cercanías de la estación El Talar (Línea Mitre).
Publicaciones especializadas que seguían las estadísticas de descarrilamientos han abandonado la tarea al producirse estos "accidentes" casi a diario.
Los últimos quince años de ingresos fiscales extraordinarios por las altas cotizaciones de la soja y los productos primarios en el mercado mundial no fueron canalizados para una reconversión industrial que permitiera el surgimiento de una industria metalmecánica para la fabricación de vías, formaciones y locomotoras, creando puestos de trabajo y reforzando el mercado interno. Por el contrario, La Nación informa que “el gobierno de Cristina Kirchner le transfirió subsidios a todo el sistema ferroviario en 2011 por 6.551,5 millones de pesos, un 50 por ciento más que en 2010 (ese año giró 4.354 millones)”. Todos recursos fugados por los concesionarios al mercado financiero, a la fuga de divisas y a paraísos fiscales. Ahora que el gobierno necesita avanzar sobre las reservas porque se le acaban los fondos, no hay margen alguno para la reactivación ferroviaria sin una confiscación económica profunda de los Cirigliano, Taselli, Roggio y todos los capitalistas que malversaron los fondos públicos, y el no pago de la deuda externa.
El Chirolita Ramos, que De Vido puso en la Secretaría de Transporte, rodeado de Luna y un funcionariado corrupto hasta la médula, será el próximo fusible de una nueva tragedia.
Jorge Hospital

El Proyecto X de la patota de Pedraza, Ugofe y la Policía


El 20 de octubre de 2010, cuando el oficial "camarógrafo" David Ismael Villalba, agente de la División Exteriores de Video de la Federal, registró la movilización de tercerizados desde las 8 hasta las 15 horas y sólo interrumpió la filmación por orden superior durante los 6' que los sicarios accionaron armas de guerra sobre los manifestantes asesinando a Mariano en Barracas, no sólo ocultó la identidad de los responsables materiales, sino también la complicidad de las unidades policiales 430, 130 y 230 y del alto mando que dieron paso a la patota lanzada en plena persecución de los manifestantes, que estaban en retirada (Mirada al Sur, 27/2/11).
También "la grabación de las modulaciones de Enlaces Troncalizados, Comando Radioeléctrico, Central Operativa de Video y Sección Análisis, entre las 12:20 y las 15:09 horas, está editada (truchada) y le faltan 29'. Otra de las cintas tiene un bache en el momento en el que la patota se desconcentra. Sin embargo, en los pasajes audibles uno de los uniformados le dice a otro: ya hablamos con los referentes de la UF" (ídem).
Las acciones concatenadas muestran la participación de distintas instituciones en el "plan de escarmiento" y la complicidad a todo nivel, para defender la caja de los subsidios.
El accionar de las fuerzas de represión destaca usos y costumbres basados en la ilegalidad, monitoreado y acicateado desde los altos mandos con la venia de los funcionarios políticos.
¿Acaso la Sala de Operaciones del Departamento Central de Policía desde donde el alto mando observaba el 20 de octubre el "operativo" en vivo y en directo no es el corazón de un Estado que espía al pueblo que protesta? ¿No es en esa sala donde se liquidan las pocas libertades democráticas que quedan y se encuadra ideológicamente a quienes reclaman, criminalizando la protesta a través de la ley antiterrorista?
La División Roca de la Federal, que opera dentro del ferrocarril, funciona como "guardia blanca" que responde a la patronal, infiltra asambleas obreras, filma movilizaciones, identifica a activistas y señaló durante la lucha de tercerizados a los participantes para que Ugofe, con el material fílmico y fotográfico de movilizados en mano, tuviera los elementos para decidir quién pasaba a planta y quién no.
El 20 de octubre integraron la patota de la UF por lo menos 14 policías de civil, seis de ellos de la División Roca, cuatro del San Martín y Belgrano, dos de la Delegación Avellaneda y también estaban allí de civil los jefes del operativo, Luis Osvaldo Mansilla, titular del Departamento de Control de Líneas de la Policía Federal y el comisario Jorge Raúl Ferreyra, jefe de la División Roca de Ferrocarriles, que comandaron el operativo.
Según órdenes internas de la Policía Federal en vigencia "no puede haber policías de civil en este tipo de acontecimientos". La orden interna con fecha de 2004 señala que "el personal policial que conformando brigadas participe en operativos de seguridad en ocasión de manifestaciones públicas (deberá) usar gorra y campera identificadora...". Y la de 2006 dice que "el personal policial afectado a tareas de control, mantenimiento y restablecimiento del orden público actuará utilizando uniforme reglamentario y vehículos identificables por el público y no portará armas letales" (Página/12, 8/2/11).
Redoblemos la campaña de movilización popular contra los asesinos de Mariano, que se le ponga fecha al juicio y se castigue a todos los implicados en la emboscada de Barracas: Pedraza, Secretaría de Transporte, Ugofe y Policía.
Lisandro Martínez

Cómo seguir tras la marcha del 2 de marzo


ASAMBLEAS MASIVAS EN EL SARMIENTO Y EL MITRE
Las asambleas del Mitre y del Sarmiento del miércoles 29 de febrero votaron la marcha unitaria del 2 de marzo y el inicio de una campaña por la reestatización de los ferrocarriles bajo control obrero y el juicio y castigo a los responsables de la masacre de Once. Con la presencia de más de 300 compañeros la primera y alrededor de 600 la segunda, se trata de las asambleas más numerosas de los últimos tiempos.
Merino habla en la asamblea del Sarmiento.
La asamblea del Mitre tenía dos puntos: paritarias e intervención de la empresa TBA. Del primer punto ni se habló: la respuesta obrera ante la catástrofe de Once se tragó el temario, con justos motivos. Un miembro de la burocracia de la UF, Rodríguez intentó conjurar todo movimiento diciendo que la intervención garantizó que no habría despidos. La asamblea corrió por otros carriles.
La presión obrera obligó a Rodríguez a poner a votación la moción de la base: reestatización del ferrocarril bajo control obrero y de los usuarios y organizaciones sociales en el Mitre, el Sarmiento y demás líneas ferroviarias. Se aprobó por unanimidad. También se levantaron las manos para votar a favor de una campaña con los usuarios para alentar la movilización del viernes 2 a Plaza de Mayo.
Para la asamblea del Sarmiento, editamos un volante de Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra que planteaba “juicio y castigo a los responsables de esta masacre, despido de Schiavi y Luna, fuera TBA y todos los concesionarios y votar en asamblea un paro activo para realizar una gran movilización”. Esa posición fue defendida por varios oradores, entre los cuales estuvieron nuestro compañero Ricardo Torres y el compañero Paul Quelle, de la Violeta.
La moción no fue puesta en consideración para la votación final y fue resistida por algunos delegados. Mónica Schlotthauer planteó que “un paro amenazaría los puestos de trabajo”, lo cual Sobrero expresó de otro modo: “paramos si se produce algún despido”. Nosotros consideramos fundamental la defensa de las condiciones de seguridad del servicio con los métodos de acción gremial. Pero la función principal del paro era lograr una movilización obrera masiva, garantizando la intervención colectiva de los trabajadores para romper los operativos de impunidad que arman TBA, el gobierno y la Justicia para descargar toda responsabilidad en el conductor del tren. Complementariamente, el veto de los ferroviarios de los talleres a toda formación que la patronal quiera sacar a la línea sin cumplir las condiciones de seguridad elementales es el primer paso para un control obrero del servicio.
Tampoco comprendemos la encendida defensa que Reinoso, el delegado de IS, hizo de la “nacionalización de los ferrocarriles de Perón”, quien compró instalaciones y material obsoleto en época de declive del transporte ferroviario a precio sobrevaluado. Desde entonces, el peronismo desarrolló una amplia demagogia para someter a los trabajadores al gerenciamiento estatal que profundizó el deterioro del servicio, el manejo discrecional de gerentes políticos y contratistas, sin que los trabajadores tuvieran control alguno sobre el destino de los ferrocarriles. Ningún intento de seducir rupturas en el oficialismo justifica introducir tamaña confusión en el activismo que busca un rumbo antiburocrático para el sindicato y la gestión obrera de los ferrocarriles.
Otro aspecto clave de la lucha planteada, es asociarla al "Juicio Ya" a Pedraza, sus cómplices, la policía y Ugofe, todos responsables del crimen de Mariano Ferreyra, y hoy parte integral de los responsables de la tragedia de Once. Cuando reclamamos “fuera Schiavi” y “fuera Luna” (subsecretario de Transporte Ferroviario y hombre de La Fraternidad) apuntamos a la trilogía concesionarios, burocracia sindical y gobierno.
Para continuar una gran campaña por el juicio y castigo a los responsables de Once y por la reestatización de los ferrocarriles, luego de la movilización del viernes 2, proponemos profundizar la movilización obrera y de familiares con este programa, impulsando el movimiento asambleario en todas las líneas ferroviarias.
Jorge Hospital

Un debate que fue escuela para activistas


PRESENTACION DEL LIBRO DE LISANDRO MARTINEZ
El sábado 3 del corriente se llevó a cabo la presentación del libro de Lisandro Martínez “Mariano Ferreyra. Un crimen de Estado contra la clase obrera” en el centro Cultura al Sur de Temperley.
Actuaron como panelistas Néstor Pitrola, el “Turco” Palacci (protagonista de las huelgas históricas de las seccionales fraternales rebeldes contra la privatización), Jorge Hospital (integrante de Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra), Ariel Patitucci (historiador) y el autor, militante del Partido Obrero y presente en Barracas el día del asesinato de nuestro compañero.
De izq. a der.: Hospital, Pitrola,
Patitucci, Martínez y Palacci.
Pitrola recordó que los trabajadores ferroviarios han dado lucha en todos los períodos. Se enfrentaron con Perón y protagonizaron una de las huelgas más extraordinarias, y luego lucharon contra la “Libertadora”; más adelante en el gobierno de Frondizi contra el Plan Larkin, en un desarrollo de la independencia de clase en el movimiento obrero. Luego chocaron con la dictadura y, en el menemismo, dieron duras batallas contra las privatizaciones. Señaló que la lucha contra la tercerización en el Roca comienza con los reclamos de pase a planta desde el 2002, donde se va desarrollando una experiencia referida a los cortes de vías. Este movimiento, que explota en 2010, puso en debate esa tradición del corte de vías para imponer los reclamos, venciendo las vacilaciones de la izquierda que renegaba de una acción de lucha concreta. Pitrola destacó la profunda crisis política abierta en el gobierno con el “Cromañón” de Once y la necesidad de redoblar la lucha por el juicio y castigo a los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra.
Ariel Patitucci, como profesor de historia, reivindicó que sean los protagonistas quienes escriban los sucesos y las luchas que conmueven a la sociedad y a los militantes políticos como Mariano.
El Turco Palacci, miembro de la dirección de la Seccional Escalada de La Fraternidad durante las huelgas de 1991/1992, desenvolvió con energía algunas ideas del libro y se detuvo a polemizar con el prólogo de Diego Rojas que señala que es una cronología con mecanismo de relojería. Consideró, por el contrario, que es un texto que va y viene en lo temporal destilando pasión por la lucha política desenvuelta y señaló que este libro, en verdad, recoge la experiencia colectiva del Partido Obrero en el gremio ferroviario de los últimos 20 años y acordó que cada capítulo podría dar pie a otro libro. Palachi se detuvo en su enorme experiencia en los ‘90 y recordó cómo su célula militó para entrar al ferrocarril en plena dictadura y fue protagonista en desarrollar el clasismo en el Roca, dirigiendo la primera lucha por el pase a convenio en limpieza antes de la privatización.  
Jorge Hospital entendió que el libro es un arma para el activismo y la lucha contra la burocracia sindical. Destacó que revisar la orientación política de los cuatro bloques que intervenían en las asambleas de tercerizados fue un acierto porque clarifica la enorme lucha política que se desenvolvió antes, durante y después del asesinato de Mariano, para abrir el camino al triunfo.
Finalmente, el autor subrayó que hubo privatizaciones en la Argentina sólo cuando Cavallo garantizó a la Patria contratista su renta a través de los subsidios y comentó que, de la investigación de ese periodo, surge que durante la Dictadura fracasó el proceso privatizador porque la patronal contratista y los directores militares en las empresas del Estado se enriquecían vaciándolas. En la síntesis, mencionó que la tesis del Crimen de Estado adquiere total consistencia, por el encubrimiento y la complicidad desarrollados por el Estado, cerrando filas junto a los responsables de las masacres de Barracas y Once.

Respuesta obrera a la Masacre de Once


(Publicado por plazademayo.com, 29/02/2012) 
Asambleas plantean la reestatización del ferrocarril bajo control de trabajadores y usuarios. Qué dice la dirección pedracista de la Unión Ferroviaria.

Una semana después de que ocurriera la masacre de Once, en la que perdieran la vida 51 personas y setecientas más sufrieran heridas de gravedad al producirse un choque de una formación en la cabecera de Plaza Miserere, los trabajadores ferroviarios enrolados en la Unión Ferroviaria (y a contrapelo de su dirección burocratizada) comenzaron a plantear una salida a la grave crisis del ferrocarril.
La línea Sarmiento -la misma que atraviesa las localidades del oeste donde vivían las víctimas fatales y donde vivirán los heridos y mutilados- fue el escenario donde se realizó gran asamblea de 800 trabajadores de TBA, intervenida por el gobierno por quince días. Por su concurrencia, fue una de las más grandes de los últimos tiempos. La deliberación obrera tuvo lugar en la seccional Haedo. Edgardo Reinoso dijo a plazademayo.com: “Resolvimos convocar a una movilización para el viernes a las 17 horas y llamamos a todas las organizaciones a concurrir. A la CGT, a la CTA, a organizaciones sociales y partidos políticos. En especial, llamamos a los familiares de las víctimas de la masacre de Once para que nos acompañemos juntos en el pedido de castigo a los verdaderos responsables de la masacre. Hemos votado una salida a esta situación del ferrocarril: que se vaya TBA, que se reestaticen todos los trenes en una sola empresa bajo control de los trabajadores y los usuarios. Esa es la única posibilidad de solución al estado desastroso del ferrocarril hoy”. Reinoso es directivo de la seccional junto a Rubén “El Pollo” Sobrero. La lista Bordó, que ellos integran, denunció junto a todo el activismo clasista la situación de degradación y falta de mantenimiento de las formaciones ferroviarias. Nadie los escuchó.
También hubo asambleas en otras líneas dirigidas sindicalmente por el oficialismo (cuyos líderes máximos, José Pedraza y Juan Carlos “El Gallego” Fernández, están presos por ser los presuntos autores intelectuales del asesinato de Mariano Ferreyra). En la línea Mitre, también administrada por TBA intervenida, hubo deliberación. “Me enteré de la asamblea a las cuatro de la mañana cuando entré a trabajar -dice el guarda Rodolfo Kents, miembro de la lista Bordó-. La asamblea se difundió de boca en boca y a las diez de la mañana éramos trescientos trabajadores del turno mañana en la seccional Victoria. Los trenes corrían con supervisores”.
Mario Rodríguez, de la directiva nacional de la Unión Ferroviaria, se hizo presente en el lugar. “Había dos puntos en el temario: las paritarias y la intervención -relata Nelson Bas, técnico mecánico y miembro de la Agrupación Causa Ferroviaria-. No dijeron nada de cómo iban las paritarias, sólo informaron que continuaban. Luego comenzó el segundo punto del temario. Rodríguez informó que habría intervención por 15 días y que no corrían peligro los puestos de trabajo”.
Los trabajadores pidieron la palabra. Algunos, según relatan los testigos, tuvieron intervenciones catárticas: “No quiero ser cómplice de un asesinato. TBA asesinó a 51 personas”, dijo un ferroviario. “Hace mucho que venimos callando -intervino otro-: este año tuvimos tres electrocutados en los vagones”. “Se viaja y se trabaja a la miseria”, agregó uno más.
“Ante las posiciones de los compañeros, el directivo Rodríguez dijo que el sindicato venía haciendo denuncias y que no querían que la salida fuera otro UGOFE, que es una privatización disfrazada de estatización -explica Kents-. Los compañeros seguían interviniendo muy calientes”.
“Tenemos que hacer intervenir al Estado y sacar a los vaciadores”, reclamó un ferroviario. “Se tiene que reestatizar y lo tenemos que controlar los trabajadores”, dijo otro. En ese momento, Rodríguez anunció que se reuniría con el interventor y que le transmitiría que la posición era la de “la reestatización del ferrocarril controlado por los trabajadores, los usuarios y las organizaciones sociales y políticas que quieran intervenir en el proceso”.
La posición, anómala en un directivo de la lista Verde -nido del cual surgieron burócratas corrompidos por los negocios estatales y que llevaron adelante crímenes contra su propia clase al erigirse en empresarios tercerizadores o al planificar el ataque que culminó con la vida del militante del PO Mariano Ferreyra-, fue festejada por los trabajadores. Sin embargo, los activistas de la oposición actuaron rápido para que no quede como una frase demagógica dicha al calor de la rabia obrera.
“Empezamos a pedir que se vote la consigna -continúa relatando Bas-, a la vez que planteamos que no debía quedarse en un papel solamente, sino que teníamos que llevar adelante una campaña para difundir nuestra salida. Difundirla entre los usuarios, en los otros ferrocarriles, hacia toda la sociedad”.
“La Justicia no va a hacer nada con el accidente; nosotros tenemos la posibilidad de rajar a los concesionarios”, exclamó un trabajador. Y propuso: “Votemos ahora”.
“¡Vamos a votar! ¡Vamos a votar”, fue el grito que ganó desde los márgenes hasta el centro de la asamblea y la mesa de dirección sometió la moción a votación. La propuesta de salida a la crisis ferroviaria: “Reestatización del ferrocarril bajo control obrero y de los usuarios y organizaciones sociales en el Mitre, el Sarmiento y demás líneas ferroviarias” fue votada por unanimidad. También se levantaron las manos para votar a favor de una “campaña con los usuarios para alentar la movilización del viernes”.
Luego de constatarse la votación, hubo aplausos y la sensación de estar tomando un rol en los hechos ganó la conciencia de los trabajadores. Acababan de intervenir con su propia política en la crisis desatada por la masacre de Once. Por esos muertos y heridos responsabilidad de sus patronales y la desidia gubernamental, muertos y heridos de los que los trabajadores no querían sentirse cómplices.
No en todos los lugares fue así. Este cronista se comunicó con la sede de la Unión Ferroviaria, donde le comunicaron desde el área de prensa que “la dirección, hasta que no se sepan las causad de por qué pasó el accidente, no va a emitir ningún tipo de opinión”.
Todo un contraste con la decisión que acababan de tomar las bases ferroviarias en un momento álgido para el país.
Por Diego Rojas @zonarojas

Viernes 2/3, a las 16 hs, nos movilizamos de Once a Plaza de Mayo


• Cárcel a los responsables de la masacre de Once. Comisión investigadora independiente.
• Fuera Schiavi, Luna, TBA y todos los concesionarios ferroviarios.
• Juicio y Castigo a Pedraza y a todos los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra.
• Reestatización de los FFCC de pasajeros y carga bajo control de los trabajadores.
• No pago de la deuda externa, para financiar la reestructuración económica.

Todos a la Plaza de Mayo para echar a TBA, Schiavi y Luna


LA UNIDAD DE LA BUROCRACIA NO DIO PARA UN COMUNICADO
El trágico choque de Once no dio motivo al Secretariado Nacional de la Unión Ferroviaria para emitir siquiera un comunicado. La página web oficial del gremio todavía muestra las convocatorias a marchar por Pedraza y su patota criminal, las que obtuvieron la indiferencia de la base ferroviaria. El sitio también anuncia la creación de la flamante Federación de Gremios Ferroviarios, que integra la UF junto con La Fraternidad, APDFA y Señaleros -la cual quedó muda ante el primer hecho significativo que hubiera merecido esa "unidad de acción" que proclama.
Es que la "unidad de acción" de la burocracia existe sólo -y desde hace mucho- en los despachos de la Secretaría de Transporte, para repartirse el festival de subsidios con Cirigliano, Roggio, Romero, Macri, Moyano y todos los beneficiarios de las concesiones -las cuales han sido bendecidas por Menem, Duhalde, De la Rúa y los Kirchner.
La última unidad de acción "gremial" de La Fraternidad y la UF fueron los paros por la libertad de Pedraza y los demás responsables del crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra, así como en contra del pase a planta permanente de los ex tercerizados que enfrentaron la precariedad laboral y los despidos.
Si los voceros de la denuncia contra el Cromañón de Once son los delegados del Sarmiento, los compañeros de Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra o del Monafe, y no los gremios ferroviarios, es porque la masacre enjuicia a todo el entramado de complicidades que llevó al vaciamiento y desguace del sistema ferroviario, en el que la burocracia sindical está incluida.
El premio a la hipocresía y el cinismo se lo llevaron "Omarma" Maturano y Horacio Caminos, secretario general y de prensa de La Frate, respectivamente, quienes quisieron posar de críticos de las empresas y reclamaron un nuevo sistema de control de los concesionarios, cuando el gremio maneja la Subsecretaría de Transporte Ferroviario a través de Guillermo Antonio Luna. Sobre ese organismo y sobre la CNRT pesa la responsabilidad por la falta de controles técnicos al material rodante, el cual se encuentra en estado crítico.
Exigimos el juicio y castigo a los responsables de esta masacre. Proponemos una movilización unitaria de ferroviarios y usuarios a Plaza de Mayo para exigir que los Cirigliano se vayan del Sarmiento y de todos los ferrocarriles. Fuera Schiavi y Luna de la Secretaría de Transporte. Fuera la burocracia sindical de nuestros sindicatos.
Por un congreso de bases y la constitución de un sindicato ferroviario único, el cual funcione sobre la base de las asambleas, los plenarios de especialidad y los mandatos. Por la nacionalización de los ferrocarriles 
bajo control obrero.
Jorge Hospital

Mariano Ferreyra y la masacre de Once


No caben dudas: Mariano Ferreyra fue asesinado para rescatar al régimen de corrupción y negociados que se acaba de cobrar cincuenta muertos y más de seiscientos heridos. Ese régimen tiene tres patas: los privatizadores, la burocracia sindical y el Estado.
En Once, se puso de manifiesto la labor de vaciamiento del grupo Cirigliano, concesionario de TBA desde los años del menemismo. El kirchnerismo no sólo renovó esa concesión: premió a Cirigliano, junto a Roggio y al grupo Romero, con el manejo del ferrocarril Roca a través de una unión transitoria de empresas, la Ugofe. Es la empresa que empleaba a miles de tercerizados ferroviarios en el Roca. La misma que el 20 de octubre de 2010 facilitó las licencias a quienes participaron de la patota que consumó el crimen de Barracas. Cirigliano y la Ugofe, sin embargo, nunca han sido imputados por esta responsabilidad criminal en la causa por Mariano.
El crimen de Once exhibió a los burócratas ferroviarios "lamentando la falta de controles", cuando ellos participan del ferrocarril privatizado como empresarios y gerentes. Esto ya había sido desnudado por el crimen de Mariano. El subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna, de La Fraternidad, pactaba con Pedraza y el gallego Fernández la contratación de las cooperativas truchas y el ingreso de los tercerizados al ferrocarril. La burocracia, por otra parte, preside los organismos ferroviarios creados por el kirchnerismo. La Sociedad de Operaciones Ferroviarias está encabezada por Juan Araya, un abogado de Pedraza que está secundado por Agustín Special, de la Fraternidad. Otro ‘fraternal', José Villafañe, preside la Administración de Infraestructura Ferroviaria. A cambio de hacer la vista gorda en favor de los privatizadores, la burocracia pudo explotar el negocio de la tercerización de trabajadores.
La tercera pata del triángulo corrupto es el Estado. Desde el gabinete nacional hasta el aparato de represión del estado (que liberó la zona del crimen de Barracas), la balanza del régimen se torció siempre en favor de los privatizadores, y en perjuicio de los trabajadores y los usuarios. Un aspecto no siempre destacado es el de la ´justicia´, que ha desestimado todas las denuncias contra los concesionarios mientras, por otro lado, abrió causas y procesos contra los luchadores ferroviarios que denunciaron el vaciamiento.
Estado, privatizadores, burocracia sindical. Después de Barracas, el kirchnerismo los confirmó al frente del ferrocarril. No hay posibilidad de limpiar la podredumbre que llevó al crimen de Once sin el juicio y castigo a todos los culpables del crimen de Mariano.
M. R.

El gobierno, hasta las manos en la masacre de Once


Cirigliano es el kirchnerismo
Algunos medios filokirchneristas pusieron toda la carga de la masacre de la Plaza Once en el grupo Cirigliano, en un intento evidente por desmarcar al gobierno de la crisis. En el mejor de los casos, esa interpretación le reprocha al gobierno ‘errores' o ‘fallas' en los mecanismos de control, los que deberían ser mejorados. Pero si todas las advertencias o informes de los organismos de control fueron ignorados, ello se debe al completo entrelazamiento de Cirigliano con la camarilla kirchnerista -que va mucho más allá del propio sistema de transporte.
Trenes y colectivos
Los primeros tentáculos del "grupo" se extienden dentro del propio sistema ferroviario. Además de TBA, Cirigliano es propietario de Emfer, empresa de reparación de vagones. En el marco de la "emergencia ferroviaria", donde la factura de la inversión y el mantenimiento de trenes es asumido por el Estado, el desquicio de las formaciones y la desinversión alimentan al negocio de las reparaciones, las que benefician al grupo empresario que maneja TBA.
Más allá de los ferrocarriles, Cirigliano absorbió buena parte del servicio interurbano de colectivos. En la zona Oeste, a través de la compra de la ex TDO y la concesión del Sarmiento, los Cirigliano cuentan con el virtual monopolio del transporte público. Entre esta expansión, por un lado, y el derrumbe de los trenes, por el otro, la conclusión es sencilla: el grupo desvió los recursos de los subsidios ferroviarios a la compra de empresas de transporte.
Lucrando con la crisis energética
Pero la expansión no se limitó a la Argentina, e incluyó la conquista de concesiones y empresas de transporte en Perú o en la India, entre otros casos. Sin embargo, nada de esto se compara con Cometrans Qatar, la empresa de Cirigliano que armó el contrato de exportación de gas desde ese país a la Argentina por un período de veinte años. Además de ocuparse de transportar parte del fluido, Cirigliano "armó" el negocio entre los dos países, por lo que percibió una comisión del 5% sobre todos los despachos, los cuales representarían una importación de 3.000 millones de dólares anuales de gas. Se trata de un negocio armado a partir de la penuria energética provocada por otro desmantelamiento: el de la producción gasífera y petrolera, que el gobierno consintió durante todos estos años. Los Cirigliano, vaciadores del sistema ferroviario, pasarían a ser también ‘cuervos' de la crisis energética, a igual título que lo son Repsol y otros.
Burguesía nacional
El proceso al ex secretario Jaime tiene, entre sus puntos centrales, al sistema de ‘dadivas' y prebendas que partieron, precisamente, del grupo Cirigliano. Lo que demuestra ese juicio es que los hombres más importantes de la camarilla oficial actuaban como empleados oficiosos del "grupo". La defensa de Cirigliano a libro cerrado ha incluido siempre al intendente Othacehé, a Aníbal Fernández y a una parte del sistema judicial -especializados en urdir acusaciones contra el Partido Obrero y otros luchadores ferroviarios. En las últimas horas, el eterno juez de turno Oyarbide desestimó varias de las pruebas cruciales de la causa contra Jaime.
Cirigliano no es una excrecencia de los '90: retrata a la mentada "reconstrucción de la burguesía nacional". Los privatizadores de los '90 han crecido con el kirchnerismo. El rescate de las privatizaciones menemistas destruyó el presupuesto público, el sistema de transportes y de energía. En contrapartida, enriqueció a una camarilla empresarial unida por múltiples lazos políticos y económicos al kirchnerismo. Ese entrelazamiento es demasiado grande como para que la masacre de Once no coloque a todo el régimen en el banquillo de los acusados.
Marcelo Ramal

Casación rechazó la excarcelación de Pedraza


(Publicado en Pag/12, 28/02/12)
Con esa decisión de la Sala III de la Cámara, el titular de la Unión Ferroviaria llegará preso al juicio oral por el asesinato del militante del PO en octubre de 2010, a manos de una patota de ese gremio. Según el fallo que rechazó el planteo de la defensa, el tiempo que lleva detenido el gremialista "no se aparta de los lineamientos" legales "ni resulta irrazonable", teniendo en cuenta la "gravedad" de la imputación penal que pesa en su contra.
Los jueces Liliana Catucci, Raúl Madueño y Mariano Borinsky volvieron a rechazar la excarcelación al considerar que "el plazo que lleva detenido José Angel Pedraza" desde el 22 de febrero de 2011 es el adecuado, y adujeron que el proceso ya está encaminado hacia el juicio oral. En su voto, Borinsky advirtió que "la gravedad del hecho que se le atribuye a Pedraza obsta a la concesión de la libertad anticipada", y alertó sobre la posibilidad de que, en libertad, exista "posible entorpecimiento del proceso".
Pedraza está procesado con prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el asesinato de Ferreyra y tentativa de homicidio contra otros tres manifestantes, Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos, que ese día participaban de la protesta del Partido Obrero, por mejoras laborales a trabajadores tercerizados. También están procesados los sindicalistas Juan Carlos "Gallego" Fernández, Pablo Díaz y Claudio Gustavo Alcorcel, el sindicado barra brava Cristian Favale y Gabriel Sánchez (posibles autores materiales del homicidio) y los ferroviarios Guillermo Uño, Jorge González, Salvador Pipitó y Juan Carlos Pérez.