El uso de las reservas para el pago de la deuda externa -cosa que ya han hecho Redrado y los Kirchner con acuerdo de la oposición parlamentaria en ocasión del pago al FMI- es parte de una sangría de recursos nacionales que cancela cualquier posibilidad de un desarrollo económico y, por extensión, de la recuperación del sistema ferroviario.
Con esas reservas han garantizado una fuga de capitales de 40 mil millones de dólares y hoy discuten quién es el interlocutor de un nuevo ciclo de endeudamiento que incluye la reapertura del canje, el pago de la deuda con el Club de París y el empleo de las reservas para lograr nuevos créditos de parte de la usura internacional. Si en algún momento se reactivara el proyecto de "tren bala", sería tan sólo porque éste no fue más que pensado en términos de negocio financiero para los bancos a costa de endeudamiento estatal y una veta de corrupción oficial.Quienes piensen en la posibilidad de una nacionalización de los recursos estratégicos de la nación, incluidos los ferrocarriles, y la integración de éstos en un plan único de desarrollo sin una lucha frontal contra el proceso de entrega nacional al cual asistimos, simplemente, sueñan despiertos.
Los trabajadores seremos las víctimas fundamentales sobre las cuales recaerá el peso de pagar esta sangría y la crisis económica capitalista mundial que obra como telón de fondo.
El uso de las reservas debería ir destinado a un plan de desarrollo industrial, de obras públicas y viviendas populares bajo gestión de los trabajadores, así como al reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores con un salario igual a la canasta familiar, que permita acabar con el desempleo y distribuir los recursos para la satisfacción de las necesidades populares.
Tanto la CGT como la CTA deberían romper sus compromisos con el gobierno y la oposición fondomonetaristas, y convocar a toda la clase obrera a la acción por el desconocimiento de la deuda externa, la nacionalizacion de la banca para impedir la fuga de capitales y un aumento salarial de emergencia. Sin embargo, la burocracia es el verdadero garante de esta entrega, maniatando a los sindicatos, firmando los techos salariales y enviando "la patota" a cuanto cuerpo de delegados de lucha intenta abrir un camino a los trabajadores.
Fuera Pedraza-Fernández-Matarazzo. Fuera Maturano. Fuera Maigua.
Recuperemos nuestras organizaciones, compañeros. Manos a la obra.
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