La elección fue masiva, votó el 89% de los 4.700 trabajadores del padrón, cuando la media de las elecciones nunca superó el 75%. El promedio en la mayoría los lugares de votación es de un 50% para la Verde y un 35% para el frente Gris-Bordó. Pero la diferencia grande la establece la Verde en Plaza Constitución. Allí, votaron casi 1.000 trabajadores concentrados en las áreas administrativas, control de evasión y boleteros, así como las escalas intermedias y altas de la UF, donde la patronal abiertamente hizo bajar a todo el personal a votar. En Constitución, la Verde alcanza el 64% de la votación contra un 16% del Frente Gris-Bordó.
Nuestra lista ganó en los talleres de Escalada, con un estimado del 65%. Ese guarismo quedó diluido en las cinco mesas de votación con padrón de otros sectores, que la burocracia dispuso ex profeso para disimular el repudio a la patota expresado en la presentación de 17 candidatos del Frente. En Escalada, sobre un padrón de 827 votos, votaron 741, donde sólo la mitad era la dotación del taller.
El Frente hizo un voto importante en las escalas bajas de la UF, entre los ex tercerizados, con base en las cuadrillas de vías que además arrastraron a viejos ferroviarios efectivos; también tuvo un buen resultado en brigadistas, mientras que tuvo una limitada votación entre las categorías más altas.
La aparición de la Azul y Blanca no tuvo la trascendencia que el propio gobierno pretendía. Pero, contra lo esperado, arrastró una parte del voto opositor histórico a la Verde, restándoselo al Frente. La votación del 2007 había arrojado el mismo 40% opositor que hoy sumaron el Frente y la Azul y Blanca. En la elección intermedia, en 2009, no se pudo presentar lista debido al dominio e intimidación de la patota sindical patronal, que al día de hoy sigue controlando vida y obra en el ferrocarril.
El nutrido activismo, que luchó por la presentación de 160 candidatos y desarrolló una intensa campaña en todos los sectores, vivió con sorpresa y un grado fuerte de decepción los resultados de las urnas, porque esperaba, después de todo lo ocurrido en el Roca, un repudio más explícito a la Verde.
Pero los acontecimientos que dieron lugar a la gran lucha de los tercerizados y su pase a planta nunca tuvieron una intervención activa de los efectivos. La Verde no perdió el control de las relaciones con la empresa y, en tándem, pudieron explotar la faceta más conservadora de los ferroviarios efectivos. La campaña de la burocracia fue el voto "positivo" basado en la ilusión de defender los sueldos acordados con la UF, provenientes de los propios subsidios del Estado kirchnerista y una cierta estabilidad laboral. El gobierno de Cristina Kirchner dio la fuerte señal de que la Secretaría de Transporte Ferroviario, aún con Pedraza preso, seguirá siendo manejada por su hombre, Antonio Luna. La burocracia puso énfasis en una fuerte campaña macartista contra la izquierda, que refleja su profundo odio a los que lograron meter en cana a Pedraza. En el mismo comunicado donde informan del resultado electoral, aclaran que le ganaron al Frente PO-PTS. En su momento, la jefatura política de La Cámpora dio una orden que contribuyó a la división opositora, contra la propia tendencia del grupo de activistas de la Blanca: mejor ir con los ex socios de Pedraza que con el clasismo.
Una parte de los propios tercerizados fue ganada por esta campaña. Las escuchas de Tomada con Pedraza en el sentido de "hacerles la cabeza" pusieron de manifiesto el enorme operativo de encuadramiento e intimidación sobre ellos. Tengamos en cuenta que la intervención del gobierno ya había logrado dividir la lucha común de los tercerizados, desde el mismo 21 de octubre (mientras marchábamos por el crimen de Mariano) a través de una intervención personal del Moyano.
Sólo por el estatuto cárcel de la Unión que obliga a una lista sábana de un cuerpo de delegados de casi 5 mil obreros, no habrá ninguna representación, cuando se ha logrado un cuarto de los votos y otro sector obtuvo un 15% por otro lado.
El Frente Gris-Bordó tuvo el mérito de unir a la oposición de lucha a la Verde detrás de un programa y tiene una perspectiva de desarrollo. La Lista Gris, dentro del Frente, realizó un gran trabajo, impulsó iniciativas que tienen un gran futuro en materia de reivindicaciones de los talleres, de las condiciones de trabajo en las cuadrillas y por el ingreso democrático de los hijos de los ferroviarios. Ahora es necesaria la afiliación masiva de los ex tercerizados, pues vendrán nuevas elecciones de seccional y de directiva nacional, donde será necesario dar una batalla nacional a la burocracia.
A todos los activistas independientes que se acercaron y pusieron toda su capacidad creativa y sus nombres para enfrentar a la burocracia asesina, es necesario organizarlos a partir de la valoración del gran trabajo realizado.
El 25% de los votos -que es el 30 o el 35% en los lugares estratégicos del Ferrocarril Roca- es un fuerte punto de apoyo en la lucha por una nueva dirección de la Unión Ferroviaria.
Juan Ferro
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