El próximo noviembre, habrá elecciones generales en la Unión Ferroviaria.
Cuando se produzca la convocatoria, a mediados de setiembre, se deberá estar desarrollando el juicio oral a José Pedraza, Juan Carlos Fernández y la patota que participó, con apoyo policial, empresario y estatal, del crimen de Mariano Ferreyra, en el marco de una lucha histórica de los tercerizados que arrancaron el pase a planta permanente enfrentando la hostilidad del oficialismo pedracista.
Para ese entonces, habrá avanzado el proceso por la masacre de Once, por el cual cayó el Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi. Esa catástrofe humanitaria no fue un accidente sino el final anunciado de un vaciamiento ferroviario que no revirtieron los enormes subsidios estatales que los Cirigliano, los Soldati, los Roggio y los demás concesionarios desviaron a cuentas en el exterior o inversiones ajenas al ferrocarril.
Una dilapidación del patrimonio público sólo posible con la complicidad corrupta de los funcionarios de Transporte, desde Jaime hasta Schiavi. La participación de los gremios a través del subsecretario de Transporte Ferroviario Guillermo Antonio Luna, completa el triángulo mafioso concesionarios-funcionarios-gremios, responsable tanto del crimen de Mariano como de la masacre de Once.
De la mano de Pedraza y Maturano, los sindicatos ferroviarios, de una larga tradición combativa, se incorporaron al funcionariado estatal administrando subsidios y se transformaron en empresarios, explotando compañeros en el Belgrano Cargas, Belgrano SA y en cooperativas truchas como Unión del Mercosur, asociados a Macri, a Roggio y a capitales multinacionales.
La reciente creación de la Federación Ferroviaria es un intento de blanqueo y preservación de los privilegios de esta burocracia sindical. Moyano, “padrino” de la Federación, pretende defender su parte del negocio de los subsidios mientras mantiene a la CGT rigurosamente paralizada frente al ajuste: techos salariales, impuestazos y tarifazos. La continuidad del moyanista Luna en la subsecretaría de Transporte Ferroviario demuestra a qué intereses es funcional el camionero.
En defensa de esos privilegios, no convocan asambleas hace muchos años. Los trabajadores no podemos participar de la discusión de nuestros salarios ni de las condiciones de trabajo. Hubo luchas, pero éstas arrancaron desde afuera, con el personal tercerizado, o desde abajo, en movimientos desautorizados por los gremios. Estas conducciones estuvieron siempre en la vereda de enfrente de cualquier lucha o reclamo.
Por eso, hace falta una oposición antiburocrática que nuclee a todos los que queremos acabar con las patotas y este sindicalismo empresario, cómplice de las concesionarias. Necesitamos un frente de todos los que queremos reconstruir a la UF sobre una base independiente del Estado y las patronales La tarea es ahora pues es la única forma de romper las trabas del proscriptivo estatuto de la Unión Ferroviaria.
Llamamos a convocarnos por ese objetivo a todos las agrupaciones y luchadores del ferrocarril para elaborar un programa y un plan de acción para que los ferroviarios tengamos la dirección que nos merecemos.
28/03/12
Agrupación Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra
Lista Gris
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