El miércoles 10 de marzo debían reunirse los representantes de los gremios ferroviarios, la Secretaría de Transporte y las empresas para acordar los términos del nuevo acuerdo salarial. Sin embargo, sin dar explicaciones a nadie, la reunión fue suspendida. La razón es que el gobierno está cerrando el grifo salarial como parte del ajuste que demanda el pago de la deuda externa. El techo impuesto por los Kirchner a los salarios implica que nuestros ingresos se devaluarán en el transcurso de un año en el que la pauta inflacionaria estimada real superará el 30%. De movida, los gremios ferroviarios reclamaban un 25% de aumento a todas luces insuficiente y dispuestos, según sus voceros, a firmarlo en cuotas y en rubros no remunerativos
Desde Moyano a la CTA, responsable de que el gremio docente inaugurara las paritarias con un acuerdo miserable del 17% real, toda la burocracia cierra filas para que la crisis la paguemos los trabajadores.
Causa Ferroviaria reclama asambleas en todas las líneas por un aumento del 30% ya, en un pago y al básico. Que las empresas se hagan cargo del impuesto a las ganancias que pretenden seguir descontándonos.
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