Los permisos solicitados por la Unión Ferroviaria, y rápidamente otorgados por las autoridades de Ugofe para que 120 trabajadores de los talleres de Remedios Escalada salieran con "permiso gremial" para ser parte de la patota de criminales que mataron a Mariano Ferreyra, ha causado una honda conmoción en el viejo taller del Roca.
En los últimos años entraron al taller más de 150 ferroviarios, que hoy cuenta con unos 400 trabajadores. Los 150 fueron estrictamente seleccionados por la directiva de la Unión Ferroviaria. El propósito del ingreso de la mayoría de ellos era simplemente ingresar para trabajar para la mafia de la Unión Ferroviaria.
Otros propósitos
El taller tiene una importante tradición combativa. Siempre fue opositor a Pedraza, que perdió siempre las elecciones de delegados del lugar hasta el ingreso de estos 150, que fueron estratégicamente distribuidos en las especialidades más opositoras del taller.
La directiva de la UF dirige "a piacere" a los sumisos jefes del taller y siempre trató de armar un grupo que quebrara la resistencia combativa de los que allí trabajan.
El "barra" Cristian Favale acaba de declarar que a él tambien le habían ofrecido el ingreso en estos días al taller, y no precisamente por su título de "técnico mecánico".
De los 120 convocados en el "teatro de operaciones", armado por la banda de la UF, un grupo importante de compañeros se fue a sus casas a pesar de las presiones de Pablo Díaz. Cuando vieron la calaña de los elementos reclutados, se retiraron de las vías con expresiones de repudio, aunque otros, presionados, aceptaron participar pasivamente, pero se fueron retirando ante los hechos aberrantes que presenciaban.
El asesinato ha generado un enorme repudio del taller y una crisis entre los propios participantes. La burocracia se valió de los permisos gremiales para cometer un crimen, cuando su función es facilitar a los delegados la tarea de organizar la lucha por las reivindicaciones. Proponemos que, de aquí en más, la utilización de los permisos gremiales sea autorizada por una asamblea.
Al vestir a la patota con el uniforme de los ferroviarios, la burocracia de Díaz y Pedraza cometió otro crimen: enlodaron casi 140 años de historia de la Unión Ferroviaria, uno de los sindicatos pioneros de la clase obrera de Argentina.
Solamente cuando expulsemos a esta burocracia y le devolvamos a la UF su contenido de clase, podremos recuperar la trayectoria histórica del sindicalismo ferroviario.
1 comentario:
hola soy pedro sotomayor de tucuman , necesita saber si alguien me puede dar informacion acerca de como pueeedo conseguir la sesacion de servicio del los talleres del ferrocarril de remdios de escalada, por favor comunicarmelo a: chuky18_8@hotmail.com ... desde ya muchas gracias
Publicar un comentario