Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad |
El juez Liporaci demostró que estos dirigentes sindicales utilizaron y desviaron fondos para uso propio, lo que incluyó desde el enriquecimiento personal hasta la financiación de campañas políticas: por ejemplo, la de Dante González (vicepresidente de La Fraternidad) a una banca de diputado nacional por el PJ santiagueño.
La estafa fue de las peores y en perjuicio de los trabajadores tercerizados de Ferrocom, a quienes los burócratas no les depositaban en su cuenta de jubilación los descuentos que les realizaban mes a mes.
En 2004, la obra social de Comercio (Osecac) le reclamó la quiebra a Ferrocom, por una deuda que los capangas sindicales le retenían a sus empleados y luego no depositaban.
Un año después, la justicia laboral deschava a Ferrocom por otro fraude laboral, contra maquinistas tercerizados por Ferrocom, pero "cedidos" al ferrocarril Belgrano. Cuando asesinaron a Mariano, Maturano emitió un duro comunicado contra quienes "explotaban compañeros mediante cooperativas". En esa oportunidad señaló: son unos hijos de puta. El sayo le cabe, también, al propio Maturano.
L. M.
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