El 26 de junio se cumple una década de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en manos de la policía de Eduardo Duhalde, el entonces presidente. Ambos jóvenes luchadores se movilizaban por trabajo genuino y provisiones para los comedores que alimentaban a los desamparados tras el default y la crisis económica de De la Rúa y la devaluación de Duhalde. Su crimen pretendió terminar con la resistencia de la movilización callejera. Ocho años después, una movilización de despedidos y tercerizados ferroviarios fue atacada por la patota sindical que asesinó a Mariano Ferreyra. Kosteki, Santillán y Ferreyra son mártires de la lucha popular. Invitamos a la jornada de lucha que se desarrollará en Avellaneda por el juicio y castigo a todos los culpables de los crímenes de Maxi, Darío y Mariano.
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