En medio de presiones, liberaron a dos militantes del Partido Obrero

(Publicado por Clarín, 29/12/10)
Un juez federal de Quilmes les puso como condición que no cortaran las vías. El Gobierno, a la par, prometió regularizar a los tercerizados del ferrocarril.
Fue una protesta que se desarrolló en diferentes escenarios y que convergió, por la noche, en la Plaza de Mayo. Al mediodía, mientras la Justicia liberaba a los dos militantes del Partido Obrero (PO) detenidos por haber cortado el jueves las vías del ferrocarril Roca, los tercerizados de los trenes amenazaron con bloquear las boleterías de Constitución . Momentos después, el PO, el PTS, el MST, Quebracho y otras agrupaciones de izquierda cortaron el tránsito en Callao y Corrientes y desde allí se movilizaron a la Casa de Gobierno.
El PO celebró la liberación de los militantes Omar Merino y Jorge Hospital pero marchó pidiendo que se anule la causa que se inició en su contra; que se esclarezca el crimen de Mariano Ferreyra y que se encarcele por ese motivo al sindicalista José Pedraza.
“Nuestros compañeros reclamaban algo justo y fueron presos. Exigimos que se elimine la causa judicial porque fueron liberados pero siguen imputados. El Gobierno está enjuiciado al PO”, se quejó ante Clarín uno de los líderes de ese partido, Néstor Pitrola.
El PO anunció, además, que iniciará una querella a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien acusó al partido de haber encabezado los disturbios de Constitución del viernes pasado. Lo mismo hará el PTS, de Christian Castillo.
“Garré está muy mal informada. La que saqueó los negocios fue la patota de José Pedraza, pero no se investigan esos hechos sino el corte de vías. Le pedimos a la Presidenta que ponga lo que tiene que poner para regularizar la situación de los trabajadores de los trenes.
No puede ser que Pedraza le maneje el Gabinete”, dijo Pitrola.
Las agrupaciones de izquierda que se movilizaron creen que el Gobierno se vio obligado a ceder, y que fue por la presión de ellos que el juez federal de Quilmes Luis Armella liberó a los militantes del PO. El juez los liberó y les puso con la condición de que no vuelvan a cortar las vías.
Por otra parte, concedió la eximición de prisión a otros dos militantes del PO, Eduardo Belliboni y Miguel Morales, a quienes de todas maneras indagará hoy. La investigación judicial solo se enfoca en el corte de las vías del jueves pasado, pero no en los disturbios de Constitución que se desataron ese día.
A eso se sumó que desde la Secretaría de Transporte se apuró una negociación con los tercerizados ferroviarios para evitar nuevas protestas en Constitución: desde el Gobierno se les prometió que a partir del lunes se incorporará a todos los tercerizados a planta permanente.
Son alrededor de dos mil trabajadores. Fue por esa gestión que los ferroviarios evitaron enfrentarse con la policía, que custodiaba las boleterías.
Los ferroviarios tercerizados y el PO se apoyan mutuamente en sus reclamos. Mariano Ferreyra fue asesinado mientras protestaba por la precarización de los ferroviarios; y Ospital y Merino fueron apresados por haber cortado las vías del Roca por lo mismo. A la vez, los trabajadores de los trenes acompañaron al PO y a los otros partidos de izquierda en la movilización a la Casa Rosada que exigió el fin de la judicialización de este proceso de lucha gremial.
Hospital y Merino salieron ayer de prisión y fueron directo a esa marcha: se unieron a la columna del PO en la esquina de Paraná y Corrientes. Ya en Plaza de Mayo, ambos dieron discursos.
Las movilizaciones de ayer fueron pacíficas. Ni en Constitución ni en la marcha a Plaza de Mayo hubo encono con la Policía Federal, que es acusada por el PO de haber tenido participación en el asesinato de Ferreyra.
Clarín comprobó que la gran mayoría de los agentes apostados en Corrientes y Callao, donde se concentró la izquierda, tenían armas de fuego, contrariando así una medida dispuesta por la ministra de Seguridad, Garré.
Nicolás Wiñazki


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