La Cámara de Apelaciones acaba de confirmar la prisión preventiva de los siete detenidos por el crimen de Mariano Ferreyra. Según el fallo del tribunal, Favale y Sánchez “deberán responder en calidad de coautores” por el delito de homicidio calificado y tentativa de homicidio; en los casos de Pérez y Uño, como partícipes necesarios y en cuanto a González y Pipito, como partícipes secundarios. Pablo Díaz, miembro de la cúpula de la Unión Ferroviaria, quedó imputado como “instigador”.
El fallo sostiene que “los distintos eventos se desarrollaron de acuerdo a un plan determinado”. La Policía Federal y la conducción de Ugofe fueron parte de ese plan y por lo tanto la investigación deberá avanzar en sus responsabilidades. Pero lo mismo ocurre con Pedraza y Fernández, principales dirigentes de la UF, que deben ser detenidos e indagados como imputados en lo inmediato.
A su vez, los tribunales de Quilmes a cargo del juez Luis Armella resolvían la excarcelación de Omar Merino y Jorge Hospital -los compañeros de Mariano Ferreyra- y daba lugar a los pedidos de eximición de prisión de Eduardo Belliboni y Miguel Morales. Ninguno de estos compañeros se encuentra procesado hasta el momento ni la causa que sigue el juez Armella tiene vínculo con los desmanes ocurridos en Constitución el pasado jueves 23.
Los fallos representan un golpe a la infame campaña oficial contra el PO, y contra el lobby de la patota sindical por la impunidad del crimen de Mariano.
Hoy, el Partido Obrero marchará a Plaza de Mayo para reclamar por la inmediata detención de los jefes de la UF, José Pedraza y Juan Carlos Fernández, por el cierre de la causa iniciada contra los luchadores del ferrocarril y por la victoria definitiva de los reclamos de los trabajadores tercerizados.
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